Este mes, en el 27 de septiembre, se conmemora el 31 aniversario del martirio de Hna. Aguchita, que fue asesinado por la banda terrorista Sendero Luminoso en La Florida, Perú. En el mes anterior a su muerte, Aguchita debía que haber ido a Lima para una operación de cataratas. Sin embargo, decidió que lo mejor era quedarse en La Florida e informó a la Animadora Provincial Hna. Delia, por carta de retorno de sus intenciones, fechada el 8 de septiembre, de la siguiente manera:
Mil gracias por toda su delicadeza y cariños, para mí es realmente una alegría recibir su cartita, es un aliento para seguir trabajando. He recibido apoyo para realizar mi vocación. Agradezco la invitación que me hace para ir a Lima. De mil amores lo haría, pero se interrumpe el trabajo y, además, no estoy tan grave, hemos quedado con Jesús que Él se encargue de ese asunto, mientras yo hago lo que me toca a mí. En cuanto a lo espiritual, voy a pasos agigantados, parece que fueran los últimos días de mi vida, de manera que tengo que aprovechar, el tiempo vuela, de lo contrario me presentaría con las manos vacías en la eternidad. Mala noticia: los compañeros de Sendero Luminoso han entrado por segunda vez, han declarado zona de apoyo a La Florida. Durante esta última visita han dejado dos muertos. Nos encomendamos a sus oraciones. Estamos en las manos de Dios.
Aguchita era plenamente consciente de los peligros que la rodeaban en La Florida; ella sabía que ella también podría enfrentar la muerte prematura y horrible que algunos de su 'rebaño' ya habían sufrido. Sin embargo, ella no se inmutó y se mantuvo firme en su vocación y su misión, confiando en Dios hasta el final. Mientras viajamos con Aguchita durante estas semanas previas a su muerte, dedique un tiempo a la reflexión. Intentar entrar en sus emociones: ¿cómo se sintió? ¿Qué se puede aprender de ella colocación de sí mismo firmemente en las manos de Dios?